Estimulación Umbral
- Yubely
- 21 may 2019
- 2 Min. de lectura
Imagen tomada de: https://marielatv.com/tag/estimulo/
El artículo anterior relaciona de manera pertinente, para efectos de las temáticas hasta ahora propuestas en el blog, el concepto de imaginería motora (IM), y su repercusión en las habilidades motoras que involucran el control de dispositivos de interferencias cerebro-mecánicas (ICM), el aprendizaje motor y en el mejoramiento de las funciones motoras, a partir de la plasticidad cerebral y el control de los sistemas de ICM.
Las estrategias de imaginería motora se pueden dividir en: imaginería motora kinestésica e imaginería motora visual, entendiendo que la primera nos habla acerca de imponer a un sujeto el sentir un movimiento y pedir que centre su atención en la sensación kinestésica de la extremidad. Este tipo de imaginería activa una región significativa de las conexiones fronto-parietales y recluta las regiones subcorticales y cerebelares, similar a la preparación de la ejecución motora. Por el contrario, si queremos enfocarnos en la visualización de IM, estamos trabajando con áreas occipitales y los lóbulos superior-parietal, y no con conexiones sensoriomotoras. Aún así, se cree que la imaginería kinestésica tiene un componente MI mayor, con el fin de activar las conexiones sensoriomotoras y modular la excitabilidad corticomotora.
Teniendo en cuenta lo anterior, se puede definir a la IM como "un evento mental donde la memoria kinestésica de un movimiento previo se reactiva, al momento de volver a ejecutar el movimiento".
Aunque la IM es muy efectiva, se ve la necesidad de una retroalimentación somatosensorial la cual no debería interferir con el patrón de IM.
En este artículo exponen los resultados de un experimento en el que utilizan la retroalimentación durante la IM basada en un estímulo neuromuscular generado por estimulación eléctrica de un umbral, donde se comprueba que dicho estímulo es efectivo para los fines que se habían propuesto.
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